Maracuya

Este fruto relativamente nuevo en México y que ha venido ganando terreno en el campo de la repostería es más bien conocido por su color amarillo y sus semillas, ya sea en forma de pulpa, concentrado o incluso ya preparado, pero casi nunca como un fruto fresco.

La maracuyá podemos encontrarla fácilmente en temporada, que regularmente es en verano y también en los primeros meses del año, pero eso no significa que no podamos encontrar la fruta o hasta la pulpa en otra época del año aunque no sea el fruto completo.

Las únicas precauciones que hay que tomar para poder disfrutar de este fruto es que al comprarlo la cascara no debe de presentar abolladuras ni agujeros, además de tener un color amarillo uniforme y ser bastante dura. En el caso de encontrar solo la pulpa debe de tener un color amarillo o ligeramente naranja intenso y semillas negras.

Para quienes hayan tenido la oportunidad de probarla habrán notado su sabor acido y sumamente aromático que lo hacen un perfecto candidato para muchas preparaciones como mousses, gelatinas, mermeladas, ensaladas y hasta zumos o aguas.

Algunos consejos para acompañarla o prepararla es tener que hervirla con un poco de azúcar si se desea preparar una gelatina ya que su nivel de acides puede evitar que cuaje, además de evitar combinarla con algún otro ingrediente que también sea demasiado acido.