Teniendo las dos salsas listas, lo más sencillo será armar la lasaña formando capas en un recipiente lo suficientemente grande y adecuado para llevar al horno. Para ello se necesitaran las tiras de pasta que pueden ser encontradas fácilmente en cualquier centro comercial, de muchas marcas y también tipos. Desde las que vienen precocidas y pueden ser colocadas directamente en el molde hasta las que deben de hervirse antes de formar las capas.
Pero algunos concejos para cada una de estas pastas es dejar un poco más fluida la salsa blanca para la pasta que viene precocidad y más espesa para la pasta que se tendrá que hervir. También manejar con mucho cuidado la pasta que se debe hervir además de no colarla y dejarla mucho tiempo sin usar ya que las placas terminaran pegándose y será muy difícil acomodarlas en el molde.
Teniendo las tiras de pasta y las dos salsas, se acomodara todo por capas siguiendo un orden. Primero se untara un poco de mantequilla en la base del molde para evitar que la primera capa de pasta se pegue, seguida de una capa de pasta, una de salsa roja, salsa blanca y por último el queso para volver a empezar con la pasta.
Para terminar la lasaña la última capa, por lo general, es de pasta, lo que sobre de la salsa blanca y queso. Después de eso puede guardarse en el refrigerador o llevarse directamente al horno hasta que el queso empiece a dorarse… y en el caso de la pasta precocida también suavizarse. Lo mejor será dejarla reposar un poco para que sea mucho más fácil cortarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario