Cebolla, apio y zanahoria

Gracias a grandes cocineros y la aportación de muchas culturas el resultado de cada día puede ser completamente diferente a los otros. La cantidad de sal o de azúcar, las especias aromáticas y el tipo de ingredientes principales, pero también los secundarios, intervienen en el resultado; aunque sea algo tan sencillo como un diente de ajo o incluso un poco de crema, todo se verá reflejado en el resultado.

Un ejemplo claro es la combinación de tres sencillos ingredientes: cebolla, apio y zanahoria. Ya que, aunque ninguno de estos tres es un condimento clasico como lo sería la pimienta o la nuez moscada, son muy aromáticas y le aportaran un toque extra a alimentos como la carne, las salsas, pastas, etc.

A esta combinación se le conoce con el nombre de mirepoix, palabra francesa que hace honor a su inventor y que es una combinación tan tradicional de este país que incluso hay variantes con tocino, poro, champiñones, etc. Pero lo más importante del mirepoix es saber que es tan fácil de preparar y tan aromático que su uso es mundial.

Teóricamente, los cortes deben ser iguales para los tres ingredientes, además de que debe de haber lo doble de cebolla que de los otros dos pero todo dependerá, también, de la receta que estemos preparando además de la cantidad de ingredientes de los que dispongamos, incluso es posible cambiar la zanahoria por poro o utilizar dos ingredientes si nos llegara a faltar el tercero. Pero lo recomendable seria tener los ingredientes y las proporciones correctas para obtener todos los beneficios aromáticos.

Sus usos son muy variados, desde utilizarlo como una cama de vegetales para alguna carne o pollo orneado, como guarnición para algún platillo, hasta como ingredientes secundarios en sopas y salsas.

Y, ya que la única función es dar más aroma al platillo, los trozos de estos tres ingredientes pueden ser retirados al final de la preparación o cuando obtengamos el punto deseado en nuestra receta.