Después de varios años aprendiendo las bases del mundo culinario, volver atrás y tratar de imaginar cómo era la vida sin todos los conocimientos que una docena de chefs, maestros y compañeros sembraron en mi sazón es casi imposible. Han sido años que me abrieron las puertas a un vasto mundo de sabores, aromas, texturas, colores y también experiencias. Con el tiempo todo ello llega a fundirse con las costumbres y el habito de cocinar al punto que la simple idea de una receta con cantidades exactas, libros o recetarios que marcan la pauta de los cocineros se vuelve más una prisión que una guía que ayude a encontrar el amor a este delicioso arte. Y entonces la meta parece ser de nuevo el punto de partida.
Mi propia experiencia no ha dejado que todo lo que envuelve hoy al mito de la gastronomía estropee mi gusto por las cosas que jamás dejare de lado, como la sopa irremplazable de mama, el helado de los domingos o aun más el limón y chile sobre los chicharrines de la esquina. En lugar de eso me ha dado las armas para disfrutarlo a plenitud, para llevarlo más allá en camino de lo que marca mi propio gusto al punto que después de todo me ha abierto los ojos a los impresionantes detalles detrás de un plato como para dejarlo así.
Pero también me ha mostrado que la mayoría de los deleites al comer ha sido tapado por la teoría de que la gastronomía últimamente está colocada sobre un pedestal casi inalcanzable cuando está realmente basado en cosas sencillas de todos los días.
Al ser la comida algo tan común, algo de todos los días, aprender de ella es simplemente practico y casi instintivo, es un conocimiento que debe sentirse y saborearse con todos los sentidos, y por lo tanto, no solo limitado a disfrutar del alimento cuando se tiene el plato en la mesa; sino desde la materia prima, desde la compra de los ingredientes, la elaboración y la planeación del platillo como un todo que se entrega al comensal y no como un código que solo está dado a unos cuantos. La gastronomía es la síntesis de las culturas, de la tierra y la personalidad de quienes la crean y por lo tanto al alcance de todos los que se atreven a mirar a su alrededor en busca de que comer.
Es por eso que me he decidido a crear este blog, con el que pretendo ofrecer una guía de lo que he aprendido y aprenderemos juntos para entender cada una de las reglas del juego que marca la pauta de una buena experiencia en la cocina y la creación de obras de arte directo de su imaginación y sus propios antojos. Es mi intención ayudar a todos los lectores de este pequeño blog a entrar a ese a veces desconocido espacio justo en nuestras propias casas llamado cocina, y alrededor del cual se ha creado el mito de una sofisticación y una complejidad que no solo es exagerada sino que a veces llega a dañar las raíces de una comida fruto de nuestra tierra, nuestras raíces y también nuestro entero gusto.
Por lo tanto, el objetivo de este proyecto será encontrar la verdad debajo de todo el tabú que se ha creado en los últimos años alrededor del arte culinario, llegar a la base de todo ello y mostrar lo sencillo que puede ser encontrarle sentido a crear y a moverse en el mundo de la gastronomía con el único fin de volver la cocina un lugar propio o hasta divertido y no uno de incertidumbre.
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